viernes, 1 de marzo de 2024

Para unas buenas relaciones

1878 Todos los hombres son llamados al mismo fin: Dios.
Existe cierta semejanza entre la unión de las personas
divinas y la fraternidad que los hombres deben instaurar
entre ellos, en la verdad y el amor (cf GS 24, 3).
El amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.
Si alguno dice que ama a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso.El que no ama a su hermano, al que ve, no puede
amar a Dios, al que no ve. (1 Jn 4,20)

Por eso los dedos y las líneas  de las manos nos ayudan a recordar los elementos esenciales de una relación fraterna:
Los dedos:
Detalles, de ellos esta llena la vida. 
Delicadeza,  Una relación duradera esta basada en el respeto.
DIOS, el principio y único fin del amor.
Diálogo, la comunicación es vital.
Decisiones en común
Las líneas:
Aceptar, el fiat, el si; es la clave para no sufrir, pues el dolor físico existe, pero el sufrimiento está solo en la mente, al no aceptar la realidad tal cual como se nos presenta.
Entendimiento: es un don del Espíritu Santo, que nos ayuda a comprender, a mirar al otro con el corazón. A comprender desde adentro, poniéndose sus zapatos.
Transparencia: es el color de cristiano pues deja ver a Cristo en su vida, en sus actitudes. Muere a cada momento a la búsqueda de si mismo, de su orgullo, de su egoísmo para vivir en el amor; y poder decir como San Juan el Bautista:
"Es necesario que El crezca y yo disminuya"
O como San Pablo:
"Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi"
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
TERCERA PARTE LA VIDA EN CRISTO
PRIMERA SECCIÓN
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
CAPÍTULO SEGUNDO
LA COMUNIDAD HUMANA
ARTÍCULO 1

LA PERSONA Y LA SOCIEDAD
I. Carácter comunitario de la vocación humana

78 Todos los hombres son llamados al mismo fin: Dios.
Existe cierta semejanza entre la unión de las personas
divinas y la fraternidad que los hombres deben instaurar
entre ellos, en la verdad y el amor (cf GS 24, 3).
El amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.
Si alguno dice que ama a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso, .El que no ama a su hermano, al que ve, no puede amar a Dios, al que no ve. (1 Jn 4,20)


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