sábado, 2 de marzo de 2024

Edel Quinn


ORACIÓN
Jesús, modelo y autor de toda santidad. Tú que infundiste en el alma de tu sierva, Edel Mary Quinn, el espíritu de mortificación y amor  de tu cruz, y olvido de sí misma  y el total  abandono en tus adorables manos, e inflamaste su corazón en el celo ardiente por la  salvación   de  las  almas; dígnate, si es de Tu  adorable beneplácito, hacer brillar a los ojos de los cristianos estas virtudes practicadas  en grado heróico por tu  sierva, para que  señalen   el verdadero y  único camino  de sal­vación a  cuantos te   reconocen por Maestro, y alienten y estimulen en el apostolado a cuantos como  ella  militen  a  la  sombra  de  la  enseñanza glo­riosa de la  Inmaculada en la Legión de María. Así sea.

Oración compuesta por el  Eminentísimo Cardenal Carlos María de la Torre Arzobispo de Quito. 

LEGIONARIA DE MARÍA

Edel Quinn, nació en Irlanda el 14 de septiem­bre de 1907. Por equivocación se le dio el nombre de Edel. El deseo de sus padres fue que se llama­ra Adela, pero el sacerdote que la bautizó enten­dió “Edel”/ alusión abreviada a la preciosa flor de los Alpes que los alemanes llaman Edelweiss.
En realidad, todo había de ser fantástico en la vida de esta muchacha irlandesa, natural del con­dado de Cork. En el colegio fue capitana de criket, se distinguía como excelente jugadora de golf y de tenis y por su habilidad en el baile.

El propósito de Edel, de hacerse religiosa clarisa tropezó con el serio obstáculo de una enfermedad por la cual el médico ordenó dieciocho meses de descanso, que los cumplió en un sanatorio. Cum­plido el término de su curación, reanudó su vida normal y poco después, en una peregrinación a Lourdes, organizada por la naciente Legión de Ma­ría, conoció las excelencias de esta organización.

A su regreso a Irlanda entró como miembro activo de la Legión de María; más tarde la nombraron Presidente de un Praesidium o centro de ese movimiento mi­sionero. El alma generosa de Edel quería darse de lleno a María al servicio del Cuerpo Místico de la Iglesia, sus deseos fueron realizados cuando el Concilium Mariae Legionis (Consejo Supremo de la Legión ) la nombró enviada de la Legión al África Central.

En Mombasa desembarcó el 13 de noviembre de 1936, y a despecho de su enfermedad y de diver­sos obstáculos, logró establecer la primera Curia o Consejo de la Legión en Nairobi en el mes de abril de 1937. De Vicariato en Vicariato llevó su mensaje legionario hasta llegar a !as islas Zanzí­bar y Mauricio en el Océano Indico.

El Vicario Apostólico de Zanzíbar escribía:
Edel es una muchacha extraordinaria, valiente, decidida, llena de celo y muy optimista. Ha reco­rrido grandes extensiones del territorio del África. De entre los misioneros que conozco Edel Quinn, es ella quien posee más experiencia que ninguno, constituyendo la gloria de su país.

Después de ocho años de apostolado admirable, que en realidad parece una novela, Edel Quinn, cayó herida de muerte, como el soldado heróico en el frente de batalla. Exhaló su último suspiro el 12 de mayo de 1944 a los 37 años de edad. A pesar de la extremada debilidad de su cuerpo, y desahuciada por los médicos, por la tuberculosis, hizo ver hasta que grado de heroísmo debe llegar todo legionario y en breve se convirtió en una figura legendaria.

El Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad envió un cable del Vaticano a Dublín, centro de la Legión, comunicando la noticia de su sensible fa­llecimiento.

Mons. Leen, Arzobispo de la Isla Mauricio escri­be de ella: “Estoy convencido de que no tardará en introducirse su causa de beatificación y canoni­zación”. La vida espiritual de Edel Quinn, llegó sin duda alturas heroicas.

El triunfo alcanzado por sus esfuerzos fue sencillamente maravilloso y aún me atrevería casi a calificarlo de milagroso, frente a las dificultades con que se encontró y cuya su­peración exigió de ella, un valor verdaderamente heróico.

El proceso canónico se encuentra ya en Roma, con óptimas perspectivas. Las gracias que se atri­buyan a su intercesión pueden enviarse a:

El Concilium, Legión of Mary,
Morning Star Avenue,
Brunswick Street,
Dublin 7 Ireland

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